28/01/2010

Entre encajes sicilianos

Marcaré el comienzo de este blog con tres dedicatorias.
Hoy empezaré con un homenaje al pasado.
Me gustaría decir que nací en una familia en la que mis padres se dedicaban a la moda, desde generaciones -algo del estilo a Margherita Missoni por ejemplo- y que de pequeña, siempre he estado rodeada de telas y patrones.
En realidad, lo único que comparto con ella es que nuestras familias son italianas.Sin embargo hubo una persona en mi infancia que recuerdo con gran cariño y esta es su historia o, mejor dicho, mi recuerdo de ella:
En un barrio muy pero que muy humilde de una ciudad de la isla italiana de Sicilia vivía una "señora". Para quien no conozca a la gente de Sicilia y en concreto a sus mujeres, le pido que se imagine a una Sofia Loren marcando curvas que se dejan entrever a través de unos encajes negros de Dolce & Gabbana. Las sicilianas, así como en general las mujeres del sur de Italia, son conocidas por ser “hermosas”, abundantes: la viva imagen de una mujer y madre fuerte, valiente y totalmente volcada hacia sus hijos y marido.Ahora vamos a dejar a un lado los encajes de Dolce & Gabbana y nos quedamos con todo lo demás.En este barrio todas las mujeres dejaban las puertas de sus casas abiertas, desde sus cocinas llamaban a sus niños que estaban jugando abajo, en el patio, y les gritaban: "Domenicooo, saliii, la pasta è prontaaa!!!" (trad.: "¡¡¡Domenicooo, subeee, la pasta está listaaa!!!). El olor a salsa de tomate era como una alarma general y cuando esa alarma sonaba, el patio era un concierto de madres llamando a sus hijos para que subieran a comer. Estas mujeres entre ellas se conocían todas y se llamaban por sus nombres, pero había una que para todas era la "Señora".Esta señora vivía puerta con puerta con mi abuela. En esa época mis padres trabajaban toda la jornada y yo me pasaba los días en casa de mis abuelos.
Era entonces que ocurría algo especial...Desde el salón de casa de mi abuela se oía el sonido ininterrumpido de una máquina de coser. La curiosidad siempre podía conmigo. Podía pasarme horas mirándola a través de la puerta abierta de su casa. Ella se ponía en la entrada y, desde que amanecía hasta el atardecer, cosía, cosía, cosía. La verdad es que muchas mujeres cosían en sus casas, el dinero era escaso y cada una se hacía los apaños que puediera. Pero ella era diferente y todo el mundo lo sabía. Las demás vecinas de casa vestían batas estampadas de colorines sin mangas con botones metálicos y llevaban sujetadores negros o color carne que asomaban por la espalda sin ninguna timidez. Cuando a las 12 del mediodía llegaba Mimmo, el panadero, al barrio y pitaba el clacson de su furgoneta blanca tre veces, ella se ponía su vestido blanco y negro de cuadros vichy, sus zapatos de salón de piel buena en color rojo y un pañuelo del mismo color en el cuello y bajaba con sus monedas y le decía: "Ciao Mimmo, oggi 4 ciabatte." (trad. "Hola Mimmo, hoy 4 chapatas "). Sus vecinas que habían bajado en bata y zapatillas de estar por casa la saludaban y le sonreían con un gesto que indicaba una admiración contaminada por cierta envidia femenina que lo decía todo...
Esto va por tí, Nonna Rosa, que ibas por un barrio humilde con tus zapatos tipo Chanel en azul marino con puntera redonda blanca y que, junto con otras mujeres de mi familia me has enseñado que la moda es -y tiene- un valor, pero que el buen gusto y la elegancia no necesariamente tienen un precio inasequible.
Oda a la Moda:
En tiempos de crisis
la Moda nos ayuda a soñar.
Podemos vivir en una realidad paralela
y dejándonos seducir por la belleza y la elegancia
olvidar lo que nos preocupa.

4 comments:

  1. ¡Qué bonita historia!¡Y qué buena idea la de este blog!
    Seguiré atenta a sus (tus)novedades. Besos desde Montpellier, a la vuelta, la comida tantas veces pospuesta...

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  2. Eso de la comida queda grabado con toda la red de testigo.
    Y muchas gracias por tu apoyo, me alegra que te haya gustado esta historia.
    Ti abbraccio forte forte!

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  3. Muy bonita y dulce historia. Lo q son los recuerdos en nuestra cabeza.... y cómo nos marcan...
    Con respecto a la temática d la moda recuerdo que:
    Cuando era pequeña jugaba con mis hermanos sobre enormes montañas de pantalones Levi´s. Mi padre era representante de la marca y teníamos la terraza llena del preciado vaquero. El caso es q quizá por esto nunca le dí demasiada importancia...era un elemento más d la casa. Más adelante trabajó con ropa d niños y, en ocasiones les servíamos mis hermanos y yo d modelos para mostrar los conjuntos... en fin!q explotación!! jajajajaa!!! quizá por esto no me guste mucho ir de compras y andarme probando cosas... Al final las cosas "marcan" Un beso Vale y enhorabuena por el blog!!

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  4. Muchas gracias, Ale, ¡eres un sol!

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